CARTA ABIERTA A FACEBOOK: Devuélvenos nuestros posts

Facebook ha desmantelado nuestra página, y lo ha hecho sin ningún remordimiento, sin pensar en el daño profundo que les causó a nuestros redactores (en especial a nuestro Community Manager) al ver todo su esfuerzo hecho tirado por la borda, como si fuera

un miserable cono.

Y en efecto, nuestro Community Manager ha sido invadido por una depresión aguda, y se ha envuelto entre sus frazadas tigre a llorar sin cesar desde que Mark Zuckerberg y su cúpula decidió borrar la mayor parte de nuestras publicaciones en su red social, la que, por cierto, es la más usada en todo el mundo y en donde, probablemente, más dinero inviertan millones de firmas cuyo único fin es llenarse los bolsillos de dinero.

Pero, volvamos al lamento de nuestro equipo, quienes con mucho esmero y dedicación lograron la hazaña de redactar una nota cada día (esfuerzo máximo hecho gracias al temor de quedarse sin calificación) y pudieron consolidar así ese ritmo y publicar a la hora que se le diera la gana, pero sin exceder la fecha límite. Así habíamos quedado desde que nuestra excelente docente nos enyucó esta ardua labor.

Designamos a un compañero nuestro para que sea el editor general de fachada y fue el quien nos guió hacía el camino del clickbait y el sensacionalismo que terminó por sepultarnos. Él es el responsable de que el sitio web pase de ser visitado una vez al mes a tener más trafico que la Javier Prado en hora punta. Su sapiencia se le atribuye a su tiempo bien aprovechado, ya que su rutina le permite dormir hasta las 12 del mediodía y hacer sus tareas los domingos en la noche. Admirable labor.

En fin, las razones por la cuales Facebook borró la mayor parte de nuestros posts, y que tienen mayor alcance e interacciones, son muchas, pero esencialmente ellos atribuyen a que cometimos un delito aún no estipulado en nuestro respetadísimo Código Penal: hacer spam.

Al ver la cantidad de veces que nuestro esfuerzo hecho pluma se compartía en la inmundicia de Facebook, estos comenzaron a sospechar. Y sin ningún escrúpulo, indagaron el contenido de las publicaciones, los enlaces vinculados y las personas que había osado a difundirlos.

Y, por si fuera poco, nos acusaron de estar aliados al gobierno de turno, es decir, de ser “guaripoleras” del golpista y violador de la constitución Martín Vizcarrata y ser el ala mediática de su régimen. Eso nos ofendió de tal modo que decidimos apelar la decisión arbitraria de Zuckerberg y su equipo de trolls ocultados detrás de un monitor.

El recurso de apelación fue presentado por un amigo nuestro que cursa el primer ciclo de Derecho de nuestra parsimoniosa universidad. De acuerdo a sus fuentes de la cuadra 6 del jirón Azángaro, lo más probable es que Facebook nos pida un reembolso de 4 UIT y, en modo de chantaje, a que publiquemos notas sobre tips de belleza y cómo pintarte las uñas para Halloween.

En vista a que nos rehusamos a hacer aquello y queremos mantener el contenido de nuestras publicaciones para no jalar el curso, queremos pedirle encarecidamente a Facebook y su equipo a que nos devuelvan nuestras publicaciones. Gracias y que tengan un mal día.